En la primavera, hay que extremar la precaución cuando se acuda a zona de pinos o cedros con mascotas y con niños por la presencia de la oruga procesionaria del pino, que no sólo puede provocar urticarias y reacciones alérgicas al entrar en contacto con las personas, sino que puede ocasionar graves reacciones, inflamación de la cara o de la lengua, salivación excesiva, dificultad para tragar y/o respirar, vómitos, depresión, convulsiones e incluso el fallecimiento de animales de compañía.
Esta oruga se desplaza en hileras llamando peligrosamente la atención de niños y mascotas, que se acercan a tocarla o a olisquearla, momento en el que la oruga lanza sus tricomas o pelitos a modo de dardos para defenderse, impregnados de una sustancia urticante.
El riesgo no está solo en el intenso picor que producen, sino en que puede propiciar que se necrose la lengua del animal o la muerte por asfixia si dicha reacción afecta a la laringe.
Debemos reducir el riesgo evitando que nuestro perro vaya suelto en esas zonas peligrosas, o mejor aún, evitar las zonas de pinos y cedros de marzo a junio y hacer un buen control de plagas si están en nuestra propiedad.
En caso de picadura, se trata de una urgencia, Recomendamos acudir rápido a los servicios veterinarios.
Como primeros auxilios recomendamos:
* actuar muy rápido lavando la zona con guantes y agua caliente para limpiar la toxina.
* aplicar cubitos de hielo envueltos en tela y en el bebedero para controlar la inflamación.